
Yorgos Lanthimos, director de "Canino" o "Alps", vuelve a conseguir eso tan difícil de crear una casi surrealista ficción de aspecto totalmente naturalista y completamente fiel a sí misma y a sus reglas sin saltárselas en ningún momento (como suelen hacer en muchas ficciones cuando se quedan sin ideas o sin salida, como pasó por ejemplo en "Perdidos", por hablar de uno de los casos más conocidos). En este caso tenemos una distopía de profunda carga crítica sobre un mundo en el que no cabe la individualidad ni el valerse por si mismo y la obsesión por encontrar pareja a cualquier coste y las servidumbres y/o miedos al respecto. La primera mitad es perfecta en cuanto a plantemiento y desarrollo; lástima que en la segunda Lanthinos parezca perder un poco el rumbo como guionista y no sepa muy bien como rematar su excelente planteamiento y divague, conseguiendo aún así un final perfecto como en "Canino" en su indefinición, en esa manera de darnos a elegir el destino de los protagonistas. Como siempre, el reparto es perfecto, en este caso en su mezcla de estrellas internacionales (Colin Farrel nunca ha estado mejor, Rachel Weisz tan estupenda y desafectada como siempre) con actores europeos que hacen que sus personajes parezcan afrontar su destino lacónicamente, desde la resignación.
7/10.
¿Por qué verla? Por lo atrevido de la propuesta, que como toda buena distopía nos habla sobre nuestra realidad; y porque consiga sacarla adelante y contarnos una historia de manera de amor más o menos convencional en un marco de todo menos convencional.
Lo mejor: todo lo que pasa en el hotel y la escena del baile en el bosque.
Para saber más:
imdb