miércoles, 13 de enero de 2016

El desafío (The Walk) (2015) . Sentir el vértigo.



Si bien narrativamente esta película es tremendamente convencional, con el clásico esquema narrativo de “personaje que con su fuerza de voluntad supera todas las adversidades hasta conseguir su objetivo” mezclado con un poco de “Atraco Perfecto”, con algunos momentos de guión y frases realmente sonrojantes (aunque todo “justificado” por ajustarse a una historia real), visualmente es uno de los mejores espectáculos que podremos ver este año. Uno de los pocos en los que el 3D está no sólo justificado sino necesario.  Aquí lo importante es llegar a ese tercer acto en el cual Phillipe Petit pasea por un cable entre las torres gemelas, que logra transmitir, ya desde el momento en el que empiezan a preparar el paseo, la sensación de altura, de vértigo, del vacío justamente debajo, de estar en lo más alto y tener la ciudad de New York debajo. Todo desde el punto de vista de Phillipe. Zemeckis consigue que sintamos haber paseado nosotros allí (lo cual hace esta película terrible para gente con vértigo). Por eso le perdonamos el guión, las terrible justificaciones para que los personajes hablen inglés e incluso ese edulcorado (pero bonito) plano final de las torres, porque esta es de esas pelis cuyo tramo final justifica gastarse la entrada del 3D.

Lo mejor: el paseo.

Lo peor: los topicazos del guión, que por otro lado tampoco molestan en exceso.

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